Ya
me volvieron a incitar, yo que pensaba que ni me extrañaban y que ni falta
hacía escribir tanta burrada… Pues resulta que por ahí hay algún despistado que
sí me extrañaba y solo por esta persona, voy a retomar el tecleadero a ver que
sale. ¿Sale?
Pues
iniciemos la tecladisa.
No
crean que no me han pasado cosas que platicarles, tampoco crean que he estado
dormido desde hace 8 meses y menos crean que se me olvidó eso de la escritura.
Hace
8 meses inicié otra aventura culinaria en la Colonia del Valle y de mi relación
con Las de Chilaquiles nació un hijito al que bautizamos como BIGO Café del
Barrio. De ese les platico luego, hoy hablemos de los personajazos que he
conocido en este grandioso barrio de la Ciudad de México.
Como
BIGO es una terracita que da a la mera Av Colonia del Valle, pues ves un
pasadero de gente que no la crees, además está frente a una parada de micro que
hace que el flujo de personas sea más variadito.
Lo
primero que noté, era que mis ojitos se estaban volviendo saltones… y para mí
que soy de ojo chico casi cerrado, es algo muy inusual (No sé de algún
antepasado oriental, a lo mejor sí).
No
saben la cantidad de féminas que se pasean por la colonia: unas muy tapadas,
otras ligeramente destapadas y otras casi sin tapadera…. Por eso de los ojos
saltones.
He
conocido desde músicos callejeros realmente buenos, a pintores, diseñadoras de
moda, cocineros, carniceros, bailarinas, atletas, maestros, representantes
médicos y un par de méndigos enanetes vendedores de quesos y chorizos que se
han convertido en amigos, se roban las canicas de nuestros floreros y han sido
beneficiarios de nuestras #tortasdeChilaquilespendientes..
El
Poli de bici es mi cuate, van a creer que lo conocí en la Central de Abastos y
lo asignaron a la misma zona que hoy frecuento.
Otro
descubrimiento que no le encantó a Mi Chiquita, fue una vecinita del mismo
edificio que está de muy buen ver… Colombiana, platicadora, amabilísima y
además le gusta el Café de Olla. De repente sale echando tiros, mostrando buena
cantidad de pierna y los comensales (aclaro los comensales, no las comensalas)
se callan y dejan de comer hasta que la perdemos de vista. Además tiene una
bola de amigas, que como dice aquel dicho…. Dios las crea y yo me echo taco de
ojo. O algo así.
Me
gusta la del Valle, me gusta su gente, me gusta que un chorro anden en bici y
paseen a sus perros, me gusta que la mayoría te saluda y recibe mis saludos.
Cabe
aclarar que me han tocado también un par de mensos que se agarraron a trancazos
por incidente vehicular, ninguno salió muy lastimado pero si desfajados, con
las corbatas chuecas y la lengua de fuera…. Y como diría el sabio Juan Gabriel…
¿Pero qué necesidad, para qué tanto problema?
Otro
par de féminas se agarraron también, ahí lo malo fue que rasguñaron a mi cuate
el Poli y se las tuvo que llevar remitidas… ven no se peleen…. Y menos rasguñen
a un poli.
A donde haya yo ido he sido recibido de muy
buenas maneras, la Colonia del Valle no es la excepción, el barrio y sus
personajes me han abrazado de forma muy cariñosa y por este tecleadero quiero
abrazarlos de regreso.
Dense
un tiempito de visitarnos y conocer a los Del Vallences (espero que así se
diga) y en un descuido les toca ver a mi vecina y se les ponen los ojos
saltones.
Niñas,
también hay taco de ojo para ustedes pero ese me cuesta más trabajito
describirlo.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
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