Al
parecer medio escondido, en la calle de Pablo Verones # 12, Col. Alfonso XIII
en Mixcoac, es un salón grande con muchas mesas, donde te formas para pedir tu
barbacoa y después de recibirla y pagarla, te encaminas a alguna mesa para
comértela. Vas a sentarte con otros comensales en la misma mesa y ahí te llevan
tortillas, salsas y otros antojitos como sopes y quesadillas.
Al
llegar, vas a ver un mundo de gente esperando sus órdenes de barbacoa, las
filas son largas, pero el servicio es bastante rápido. No te lleves la finta,
hay tres filas y casi todos se forman en la más cercana a la entrada. Las dos
siguientes siempre tienen menos ansiosos esperadores de barbacoa.
Un
ejército de personas, atienden desde en la producción de tortillas hechas al
momento, hasta los surtidores de las especialidades en las tres estaciones
donde te las venden. Hay muchas meseras. Son un equipo funcionando
perfectamente, como para atender unas 200 personas al mismo tiempo.
Ahí
puedes pedir, por kilo, tu barbacoa. La recomendación es la espaldilla o
espinazo. También la puedes pedir enchilada o solicitar panza, machitos,
moronga y mixiotes. No se te olvide pedir el consomé, pero ten cuidado al
probarlo lo sirven realmente hirviendo.
Una
vez sentado en la mesa, podrás pedir, sopes, quesadillas, tortillas, plato de
verduras con queso y tus bebidas que son desde cerveza hasta aguas frescas, la
de horchata es buenísima.
Bueno,
mi experiencia culinaria estuvo así:
El
consomé está excelente, servido en una taza grande, hirviendo (TEXTUAL), y con
el sabor de la carne totalmente integrado en el caldo. Lo aderecé con cebolla. cilantro,
limón y un toquecito de salsa borracha. Por cada trago, debes morder una
tortilla. Hay azules y blancas. Con el caldo ya en tu boca, vas a recordar
alguna parada en carreteras del estado de Hidalgo, así de bueno es.
Pedí
de la barbacoa tradicional, Beto, me recomendó espaldilla o espinazo, que
estaba recién salido de sus hornos-hoyos. La carne es deliciosamente suave, se
desprende de los huesitos con solo tocarla y se deshace en la boca.
Hay
que colocarla en la tortilla; no le pongan muchísima carne, todo taco debe ser
equilibrado y el sabor del maíz hecho tortilla debe estar presente.
Una
vez en la tortilla, le pueden añadir a su gusto, cebolla, cilantro, limón y
alguna de sus salsas.Yo le pongo de todo y me encanta con salsa borracha.
Al
morderlo, sientes la suavidad, tanto de la tortilla como de la carne, parece
que tu paladar está disfrutando de un platillo el algún restaurante de 5
estrellas, los ojos se te van a cerrar para sentir más el sabor y vas a querer
que tu taco dure mucho tiempo. Esto es imposible, pero siempre hay más
tortillas y barbacoa.
Para
llenar el huequito puedes compartir un sope de frijoles en masa azul o una
quesadilla. Ambos excelentes y recién hechos.
En
la ciudad de México hay miles de opciones muy buenas para comer barbacoa, este
lugar es de lo mejor que su seguro Conocedor haya probado. Cabe agradecer a
Lalo, mi amigo, tragón y excelente restaurantero, por la recomendación.
Abren
sábados y domingos, vayan con tiempo para poder disfrutar un rato de uno de los
platillos más representativos de nuestro país. Van a escuchar música y
seguramente compartir con algún comensal que no conocían en su mesa. Uno de
ellos me comentó de la cantidad de celebridades y políticos que visitan el
lugar regularmente. No los balconeo, porqué muchos de ellos cuidan sus
figuritas.
Otro
me comentó que tiene 40 años visitando este lugar por culpa de su papá que lo
encaminó por esta barbacoa, algo sabría el señor.
Si
tienen duda, pregunten a Beto. Él les recomienda según lo que más les guste.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario