Ya
están de mal pensados: “Seguro este quesque Conocedor no es de fiar”. No es eso,
yo sí soy de fiar y no platico nada de lo que me piden guarde como secreto, además
seguro se me olvida más de la mitad y no me acuerdo de lo demás.
Ese
no es el problema, la bronca inicia cuando escuchas “el secreto” de otra
boquita que no debía conocerlo. Para acabarla de amolar, se los está comentando
a otros que no tienen la amenaza y compromiso de no contarlo….. Ya se armó y yo
voy a ser el chismoso, me dijo que solo a mí me lo había contado.
Estoy
seguro que les pasa: saben algo, vivieron algo o se les antoja algo y se muerden
las uñas por platicarlo con alguien, pero algún@s, no deben enterarse.
Parece
que para quitar el ansia, hay que comentarlo con alguien de confianza…. Cha cha
cha chaaaán… no se quita el ansia y se lo platican a otro y así se siguen.
Total, el condenado secreto es Vox Populi y aderezado con varios cambios, pero
bien secretos.
Las
mujeres son especialistas en esto de los secretos y murmuraciones pero por
grupitos, las de la lavandería no deben enterarse de lo que saben las del
salón, las del club son retechismosas y no deben saber lo del grupo de canasta.
Las de la calle no pueden saber lo que pasó en la escuela y las de la escuela
no pueden enterarse de la fiesta de las de la calle.
Así
cualquiera se hace bolas y no sabe, qué sabe el que sabe y menos sabe lo que no
sabe el que sí sabe. Ven ya me hice bolas y ni entendí lo que escribí.
Si
quieren guardar un secreto… A mí no me digan.
Pero
sí les pido de manera ferviente: No le vayan a decir a nadie que escribo este
Blog.
¡Chitón: No
le digan a nadie!
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