Antes
de cualquier otra cosa, le mando un beso a mi Pá, allá en el cielo.
Yo
cuando nada más era hijo, consideraba el día del padre como otra posibilidad de
pachanga so-pretexto de festejar a mi Pá. Era un día para comer rico (mi Pá
seleccionaba la comida y para nada era vegetariano), también era día para
escuchar música, de reunirse con la familia y de echar relajo. Hagan de cuenta
el día de las Madres en masculino y siempre en domingo pero sin Raúl Velázco.
Ahora
soy papá de 2: La Cachorra y El Oso. Este par ya está organizándome el día del
padre, lo malo es que no se ponen de acuerdo entre ellos y ni modo de partirme
a la mitad para festejar de acuerdo a los gustos de cada uno.
Les
platico de algunas de sus diferencias:
Ambos
quieren ir a desayunar:-El Oso, quiere desayunar palomitas en el cine mientras vemos El Reino no sé qué.
-La Cachorra prefiere desayunar en el Starbucks un capuchino y una tartaleta de zarzamora con chocolate blanco. Ya luego al cine a ver Nosotros los Nobles (otra vez)
Después
del cine y desayuno, vienen otras diferencias:
-La
Cachorra, pachanguera como su padre, quiere organizar una comida con Abu y Paty
(sus abuelos maternos, alias mis suegros), Tita (su abuela materna, alias mi
Má), con Maribibi, sus tíos, Regina, Eddy, Melina y cualquier otro que se
quiera sumar a la pachanga.-El Oso, fodongo de domingo también como su padre, quiere regresar a casa y ver otra película mientras nos comemos otras palomitas, en pijama y sin calcetines.
Para
ellos, este es el festejo planeado. Para mí es pura felicidad el compartir
cualquier día con ellos.
No
sé qué me depara el destino para el próximo domingo, pero de que lo voy a
disfrutar, ¡LO VOY A DISFRUTAR!
Aquí
me gustaría preguntarles a los papás a festejar el domingo: ¿Cómo quisieran su
festejo?
Les
platico de mi día del Padre ideal:
9:00
AM, abro mis ojitos, porqué La Cachorra y El Oso brincan en mi cama para
despertarme.De 9:00 AM a 10:00 PM, nos metemos en las cobijas con todo y Mi Chiquita y nos acurrucamos.
A las 10:00 AM, ya que el calor arrecia y el hambre empieza a molestar nuestras tripas, les prepararía un desayuno al gusto de todos. Pudieran ser taquitos de chorizo con huevo en tortilla de harina o unas enchiladas de pollo o salsa de huevo (receta secreta de la Abuela Mine que luego les doy).
Ya desayunados, empezaríamos a organizar el resto de nuestro día, dejaría que cada uno de ellos seleccionara alguna actividad de su preferencia para realizar 2 de ellas, mínimo.
Seguramente comeríamos en algún restaurante y de regreso a casa, me encantaría organizar algún Casino Familiar con juegos de mesa que ambos disfrutan (yo creo que lo que más disfrutan es que sus papás jueguen con ellos).
Ya
falta menos y la intriga me mata, ¿se pondrán de acuerdo?
¡Vive! ¡Disfruta! ¡Comparte!
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