Con
este mugre calor que hace, (ya sé que los de Mexicali y los de Mérida sufren
más, pero ellos están también más acostumbrados a esas temperaturas infernales)
hay como chorromil moscas por todos lados.
Eso
sería lo de menos, pero las aladas estas, creen que mis orejas son como el
radar de la pista de aterrizaje (que vendría a ser mi cabeza) y tienen que
mandar señales auditivas a puro zumbido por mi canal auditivo. También
consideran que mis peludos brazos, son la escala obligatoria en su viaje a mi
cabeza.
Lo
primero que hice fue comprar cuatro matamoscas en forma de manita, para tratar
de contrarrestar el ataque de moscas kamikazes a punta de manazos plásticos. No
funcionó, se multiplican como si fueran un ejército infinito.
Además
he recurrido a tecnología más moderna (y cruel). Que me compro una raqueta, que
da toques eléctricos, aparentemente mortales para insectos voladores. La
condenada raqueta gasta más pilas que el Xbox del Oso y ya me torcí el pescuezo
por andar tirando raquetazos como si fuera Nadal.
Ya
parezco mimo, tratando de imitar a Bruce Lee peleando contra el Hombre
Invisible. Tiro patadas, golpes y hasta urracarranas al aire y no da el
resultado deseado.
Hasta
guerra biológica iniciamos.
Etapa
1: Échale cloro a todo lo que puedas. (Menos a la ropa porqué me acuerdo de Mary)Etapa 2: Fumígale con insecticida que, no nos vaya a matar incluyendo a la Lila.
Etapa 3: Usa citronela. (Según yo era para mosquitos, pero no hay peor lucha que la que no se hace)
Un
remedio que medio funciona es poner a todo lo que da a mi esclavo. Deben saber
que mi esclavo es un ventilador industrial que avienta más aire que cualquier
tormenta tropical que se digne, no se cansa ni protesta. Con el poder del aire, las moscas se sacan
de onda, mejor se quedan quietas porqué
si vuelan, las turbulencias pueden ser mortales. Ahí entran las manitas, para
continuar el mosquicidio.
Estoy
pensando en cómo se libran de este tipo de insectos, los animales en libertad.
¿Me veré raro con un pajarito revoloteando en mi cabeza y picoteando mis orejas? ¿O con una capa de lodo
en todo mi cuerpecito?
Yo
que soy Conocedor y he visitado un chorro de taquerías en locales y puestos,
voy a usar la técnica de muchos de ellos: Bolsas de plástico llenas de agua
colgadas en lugares estratégicos. Ni idea tengo cómo funciona esta tecnología,
pero hay que probar.
Si
me visitan y encuentran de estas bolsas llenas de agua, no he cambiado mi casa
por puesto laminero.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
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