El
Mal de Oficina.
Cuando
agarras trabajo nuevo y va a ser el primer día para presentarse a trabajar, nos
preparamos para todo, esto incluye la precaución de no ser mamila con los
subalternos, no ser lambiscón con los jefes, ir bien presentado, bañado y
perfumado, si eres niña, vas bien guapetona, con zapato alto, bien maquillada y
con un peinado de salón.Sientes que todos te van a observar, a criticar y a evaluar tu carácter y disposición.
No tienes idea si tus futuros colegas son unos méndigos o son un buen equipo de trabajo, tampoco sabes si te van a recibir bien o te van a hacer la vida de cuadritos.
Todo es incertidumbre, un poquito de temor y muchas ganas de empezar bien.
Esto
nos pasa a casi todos, pero con lo que no cuentas, es con la imagen que te
llevas ese primer día de la bola de compañeros que ya dominan este medio de
trabajo.
Los
de Ventas y Mercadotecnia siempre son los más bonitos de la empresa, como se
entienden con los clientes y hay que dar buena imagen, pues así son. No crean
que por bonitos están, también deben ser muy buenos en lo que hacen.
Están
los de Contabilidad, ellos siempre están ocupados con una bola de papeles y son
de los que más se desvelan para que las cuentas cuadren y estén a tiempo.
Hay
los de logística, que hacen malabares para que todo fluya de acuerdo a los
tiempos necesarios.
Encuentras
también muchos administrativos en cada área que van organizando lo que los
demás desorganizan.
Cada
una de estas personas tiene su personalidad y presencia. Esa primera impresión
no te deja mucha idea, pero empiezan a pasar días, semanas y meses. Entonces
empiezas a notar ciertas cosas que no habías visto. Esto a mujeres y hombres.
Fulanita
de MKT, tiene unos piernones….. El de Ventas, siempre se viste muy bien y su
sonrisa es muy atractiva. La Contadora, se está poniendo buenísima. El del
almacén tiene unos brazotes como de luchador y así empieza la transformación
física de los colegas. Todo esto sin una gota de Tequila entre pecho y espalda.
Pasa
en restaurantes con las Hostess y meseros, en los gimnasios con las
instructoras e instructores, en los hospitales con médicos, enfermeras y auxiliares.
Soy
un gran admirador de Manuel Landeta, su esposa Angelina es mi amiga y ya
cumplieron más de 25 años de casados. Además de que lo considero un excelente
actor, me tiene impresionado, ¿Cómo le hace para que el Mal de Oficina no le dé
como pandemia?
Imagínense
trabajando todos los días con Mariana Seoane, con Bárbara Mori, con Ninel
Conde… a mí, ya me hubiera dado un Mal de Oficina sin cura posible.
Si
son mujeres, imaginen lo mismo pero con George Clooney, Brad Pitt y Willian
Levy, ¿a poco no está cañón?
Uno
que es de taco de ojo como platillo recurrente y veo pura bella por todos
lados, no podría ser actor.
Mi
Chiquita tendría que darme de cachetadas todos los días para regresar a la vida
real. Estoy seguro que ya tendría daño cerebral por la cachetiza cotidiana.
Regresando
a Manuel, en una comida de otra amiga mutua le pregunté, ¿Cómo le hacía para
evitar el mal de oficina?
Su
respuesta es excelente. “Mis compañeras
son hermosas y yo soy un profesional”
¡Las
mías también son hermosas y también soy un profesional!
Esto
no evita el respetuoso taco de ojo, como síntoma del Mal de Oficina.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
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