Los
tacos que te ofrecen son de costilla (de cerdo), bistec, longaniza y pollo.
También los puedes pedir combinados. Me van a decir que eso cualquiera. Pues
tienen razón, la diferencia aquí es que en lugar de tortilla, te los sirve en
una quesadilla doble de muy buen tamaño con la que vas a envolver tu taco.
La
pura quesadilla ya es una delicia, pero cuando le ponen las carne y tu aderezas
con salsas, cebollas, cilantro, nopales, rabanitos y lo que te encuentres en
sus mesas, te quedan tacos que solo ahí he visto y probado.
No
se imaginen que se van a sentar, son mesas tipo barra y todos están paraditos
come y come.
Primero
vas y pagas, luego te formas para recibir tus tacos, que normalmente tardan un
par de minutos (dependiendo la cantidad de gente que haya en ese momento) de
ahí pasas a las mesas para ponerle lo que más te guste mientras vas salivando
gracias a la vista y aromas que tienes en tu plato muy cerca de tu boca y
nariz.
A mí
me gustan el de costilla y el de bistec con salsa de chile de árbol (aguas,
está picosa).
El
de costilla del cerdo cocinado tiene el gusto de haber sido cocinado lentamente
tipo carnitas, pero con más sabor a carbón. Como soy bastante carnívoro, el de
bistec siempre me gusta en todos lados y casi siempre lo voy a probar.
Tiene
su chiste morderlos, al enrollar la quesadillota alrededor de la carne queda un
tacote, si además le pusiste más complementos, pues la mordida será mayor.
Es
fácil encontrar estacionamiento cerca, pero si van a caminar unos metros, estos
van a valer la pena.
Otra
opción al norte de la ciudad.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
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