Para muchos es una temporada de reflexión y retiro, para otros es temporada de pachanga, vacación y fiesta. Hay otros que aprovechan para buscar pelea, criticar religiones y hacer corajes con lo que se ve.
Yo
soy un poco de cada uno de estos. Déjenme les platico.
Mi
Ma, nos inculcó que deberíamos ser buenos y santos y que para esto no hay mejor
camino que a través del Catolicismo. Como fui a una bola de cursos, retiros,
tomé catecismo y además contamos con la suerte de tener un amigo sacerdote: El
Padre Javier. Pues algo se te queda.
Este
señorón, que además de fracturarse un brazo por andar pidiendo prestada la moto
al cartero e irse a estrellar al altar en la Capilla de San Lorenzo, me dio la
oportunidad de platicar, discutir y pelear mis puntos de vista herejes, sin la
más mínima bronca y ninguna amenaza de excomunión.
En
una de nuestras pláticas, me preguntó
¿cómo me imaginaba a Jesús? Yo 100% influenciado por la educación recibida (no
tan de buenas, pero recibida) describí a Jesús más o menos como un hombre muy
serio, con muy pocas ganas de pasar un buen rato, siempre enseñando como ser
buenos y con una condición física de maratonista. Él se rio mucho de mi
descripción.
Después
de muchas plática (discusiones) con el Padre Javier, hoy me imagino un Jesús
relajiento, con sonrisa a flor de piel, siendo un muy buen cuate con sus cuates
y haciendo bromas y juegos a todo el mundo. Además así me lo quiero imaginar y
qué.
Creo
que lo que más dejó, fue ejemplo que ha sido manipulado por muchos para ganar
poder terrenal y que no hemos sabido interpretarlo bien.
Jesús
debe haber sido un tipazo, que lo que más hacía era vivir y compartir, no me lo
imagino poniendo peros por físico, religión, preferencia, sexo o raza. Tampoco
me lo imagino de criticón, malora o méndigo.
También
esta semana me puse de buscapleitos, Viendo
las noticias del Viernes Santo, no puedo entender que haya una bola de locos
que se sorrajan unos latigazos en la espalda para pagar culpas, otros que de
verdad se clavan con clavos (valga la redundancia) en cruces y muchos
lastimándose pies, piernas, rodillas y cabezas. Están mal en mi muy humilde
punto de vista.
También
critico el rollo de la vigilia, no me como un bistecito, pero me puedo recetar
una langosta termidor…. No me suena muy piadoso este asunto. Cabe aclarar que
comí tacos de pollo y arrachera a la parrilla con unos portobellos rellenos de
chorizo con queso y nopales gratinados.
Coman
carne, pero hagan algo bueno por alguien, eso me suena más estilo Jesús, al que
también me lo imagino gourmet, le gustaba el vino, el pan, los pescados, el
cordero y lo más importarte, los compartía con quien fuera.
Yo
prefiero recordar a los muertos como si estuvieran vivos, no me late eso de que
es pura tristeza esta semana.
Por
lo de la pachanga, también la ejerzo esta semana, me gusta el compartir con
amigos y familia, me gusta que cada día sea una posible fiesta con risas,
plática, comida y bebida. Disfruto mucho la compañía de las personas y si hay
mascota también. No voy a dejar de pachanguear hasta que ya no pueda, que
espero sean en unos 72 años.
Regresando
al Padre Javier, en una comida en casa y por supuesto discutiendo con mi madre sobre lo malo que soy: No voy a misa
muy seguido, soy retepecador, no hago vigilia y así tengo puro tache por su
parte.
Al
Padre Javier se le ocurrió comentar de una amiga suya que criticaba durísimo a
los curas, a las monjas y así a todos los religiosos, cero practicante, pero
que apoyaba económicamente a causas de verdadera necesidad, que compartía su
tiempo con unos más fregados de lo normal y que era una persona que no buscaba
lastimar a nadie, entonces….. ella
seguro iba al cielo.
La única
frase que pudo emitir mi Má fue: “No le diga más Padre, que este no regresa a
ninguna iglesia”
No
se hagan, si no quieren ser religiosos, es su bronca. Si no quieren acercarse a
cualquier religión, pues también bronca suya. Si quieren criticar, pues
adelante, bienvenida sea la crítica. Pero…….
Todos
los días, ayuden alguien, no hagan trampas, respeten a los demás, vivan padre,
disfruten cada momento y compártanlo.
Si
así le hacemos, seguro nos va bien aquí y ahora. Para los que sí creen, nos
vemos en el Cielo.
Desde
aquí les mando saludos especiales a Mi Pá, Al Padre Javier y a Jesús, que
seguro están en una mesa comiendo, bebiendo, jugando y compartiendo.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
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