Este
lugar está decorado con motivos playeros y varias fotografías de sus
propietarios. Incluye una rockola y varias mesas. Clásica vista de restaurante
playero.
Llegué
como a eso de las 10 de la mañana y me encontré que ya había por lo menos unas
6 o 7 mesas ocupadas. Como era la primera visita de su Conocedor a este lugar,
pedí la asesoría de Ramón, que estaba tras la barra principal del Restaurante.
Su
respuesta fue de lo mejor. “pide lo que se te antoje, todo es buenísimo y muy
fresco.” Esta es una recomendación de un anfitrión muy seguro de su calidad. En
casi cualquier lugar te van a recomendar algo, no todo.
La
carta te invita a probar muchas cosas, pero esto será posible con unas cuantas
visitas más.
Ya
tenía yo mis referencias, por lo cual decidí pedir una tostada de pulpo de
entrada. Es una tostada mediana, con una buena cantidad de pulpo, salsa pico de
gallo y su respectiva rebanada de aguacate. Te ofrecen varias salsas y chiles
en vinagre para acompañar tus platillos. La tostada estuvo muy buena. Antes de
que llegara, ya me habían enviado de cortesía un vaso de caldo de camarón, que
estaba delicioso, muy caliente como debe ser, picosito y con el sabor del
camarón muy fresco, esta es la especialidad de la Casa.
Mi
siguiente platillo, fue una empanada de jaiba. Esta es obligación pedirla.
Suavecita, con mucha jaiba muy bien cocinada adentro, acompañada de la rebanada
de aguacate y yo le pude salsa de habanero. Este bocado es una experiencia
culinaria nada común y de excelente sabor. Lo único malo es que dura poquito y
hay que pedir otra cosa u otra empanada. No se lleven la finta, es de buen
tamaño.
Lo
siguiente no podía ser otra cosa más que el Taco de Camarón. Viene en doble tortilla con una salsa cremosa
y pico de gallo, la rebanada de aguacate y los camarones en gabardina. Su sabor
hace que te sientas muy cerca del Pacífico en alguna playa Vallartense.
Como
ya estaba a media asta, pedí me dieran un par de probadas de lo que ellos
eligieran. Me toco un platito de su Cazuela de Mariscos, lo preparan en una
salsa colorada con una variedad de marisco increíble, este lo voy a pedir la
siguiente vez que los visite. También probé un par de cucharadas de su coctel
de ostiones, que estaban muy frescos, de muy buen tamaño y excelentemente
aderezados.
Otra
cosa que vale la pena del lugar, son sus precios. Les platico que el plato de
camarones cuesta $42.00 Pesos y te los preparan al Mojo de ajo, a la Diabla,
empanizados, al ajillo adobados, en salsa verde y capeados.
De los paquetes que te ofrecen, me llamo mucho
la atención el de las Mojarras a la Talla. Una mojarra de 1 kg, con papas,
arroz y tortillas por $80.00 pesos.
Este
restaurante está desde 1955 y yo ni enterado. Vale la pena visitarlo. Pregunten
por Ramón y pídanle sus recomendaciones.
Me quedé
con ganas (pero sin espacio) de probar, los filetitos de pescado, sus
pescadillas y esa mojarra a la talla.
Ni
modo, habrá que regresar a seguir probando.
¡Vive! ¡Disfruta! ¡Comparte!
Pues ya me abriste el apetito, ahora, a buscar una opción viable en Guadalajara. Gracias por compartir tan amenamente esta experiencia culinaria
ResponderEliminarLorenza: Que bueno que te guste. Un abrazo afectuoso.
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