Ya
tiene más de 40 años de ofrecer deliciosos tacos. Encuentras de cabeza, suadero,
lengua, sesos, tripa y del Pastor. Lo más socorrido son sus gorditas de
chicharrón que puedes pedir rellenas de cualquiera de los ingredientes
anteriores.
El
lugar es una clásica taquería, donde compartirás mesa con muchos comensales,
hay algunas en la banqueta y recibes el servicio de muchas personas
amabilísimas. Va un mundo de gente desde las ocho de la mañana y hasta la una
de la mañana de lunes a sábado. Los domingos cierran a las 12 de la noche.
Tienes
que probar las gorditas rellenas de carne al Pastor o de suadero. Tampoco
puedes dejar de echarte un campechano de suadero con longaniza y jardín.
Tienen
Tepache, que es otra de las obligaciones del lugar, es dulce y de sabor muy
suave, pídelo bien frío.
Si
eres como tu seguro Conocedor, prueba los de sesos y de lengua, estos son
verdaderas delicias, muy bien cocinadas y sazonadas. Como casi siempre voy con Patricio, (¿Se acuerdan de El Loco?) así puedo observar la cara de cuasi orgasmo que pone al morder el taco en cuestión. A él también le encanta la gorda rellena de pastor y los campechanos de suadero con longaniza y mucha salsa.
En
esta ocasión, nos acompañaron Mi Chiquita y La Cachorra (que andaba de pinta
con sus papás) y para no errar, pidieron al Pastor, la gorda de chicharrón y el
campechano de suadero con longaniza. Salieron muy contentas.
La
preparación de las gorditas, ya es de por sí una experiencia visual. Primero
hay una cantidad de masa de maíz (yo calculo al menos unos 10 kg) en una mesa junto
a un platón enorme de chicharrón prensado. Forman una bola de unos 150 g de
masa y chicharrón, la apachurran para darle ya la forma de gordita y se lanza
al aceite hirviendo. Una vez cocinadas,
se dejan escurrir para quitar el exceso y se abren a la mitad para empezar a
rellenarlas.
Si
pediste la tradicional, lleva queso, cebolla y cilantro. Le pones la cantidad
de salsa que tu lengua aguante, es buenísima y picosa.
Si
pides la especial, además de lo anterior, incluye una muy buena ración de la
carne que hayas elegido como relleno. Al morderlas, vas a sentirlas muy suaves
y el sabor llenará tu boca como experiencia casi religiosa. Me falta probar una rellena de tripa, pero a
la siguiente no se me escapa. (Ahorita tengo que decirles que aunque me las
comí hace algunas horas, otra vez se me hizo agua la boca)
Casi
siempre está llena y hay que esperar mesa, pero como buena taquería que se
digne, puedes comer parado. Cuenta una leyenda urbana, que parado siempre te
cabe un taco más.
Si
se te antoja una gorda, ve con los Hermanos Luna, que ahí te la preparan a tu
gusto.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
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