¿Ya notaron que nació antes que muchos de ustedes?
Un
coche es lo mejor que te puede pasar a los 17 años, cuando crees que sin
automotor, tu vida sentimental tiene cero posibilidades de desarrollarse. Ni
modo de llevar a una cuasi princesa al cine en tranvía……
El
Poderosísimo sufrió varias modificaciones para convertirlo en deportivo. Le cambié
el volante (que era grandote porqué no tenía dirección hidráulica) por uno
chiquito. A baja velocidad, era como tratar de abrir una puerta oxidada de
submarino y se me pusieron unos brazotes. Le pinté la parilla con spray negro
mate, era cromada. Como la lana era escasa y tenía llantas con cara blanca,
pues que también se las pinto de negro, creo que usé pintura vinílica que le
duró como 2 semanas.
Le
puse su “stereo” y con unas bocinas que me volé de un tocadiscos de mis
abuelos, hacía muy buen ruido. Mi amigo Javier, que es mecánico lo “tocó” (así le decían a los que estaban arreglados para correr más), yo creo que nada más lo sobó, porqué nunca corrió más y si gastaba más gasolina.
De
los desperfectos que tuvo están:
Limpiadores
descompuestos, La solución fue que Bisteni, se iba de cabeza en el lugar del
copiloto y por abajo movía las palancas de los limpiadores para ver algo hacia
afuera, solo se le veían las patas por la ventana.Se le rompió el chicote del acelerador: Solución, atórale un desarmador en el carburador, entonces si corría, porqué no se podía desacelerar, en los semáforos había que moverle al switch de arranque para medio apagar y luego encender el motor para que no rugiera tanto. Parecía que retábamos a todos los de junto a un arrancón.
Trabada de velocidades: Al principio, había que bajarse del coche para desatorar el palanquerío y ya quedaba. Se le trababan casi en cada cambio, así que aprendí a destrabarlas desde el lugar del piloto. Fácil.
El
Poderosísimo recibió en sus interiores hasta 12 pasajeros, sirvió de recámara
nocturna en muchas alquiladas (éramos DJs en fiestas), como comedor en
múltiples ocasiones y además nos llevó a muchísimos lugares.
Muchas
aventuras pasaron junto al Poderosísimo, días de campo, viajes hasta Acapulco, muchas
niñas en sus asientos, pintas a Cuernavaca con gansito de por medio, idas al
boliche, aventones a medio mundo y a media noche, desde entonces no podían
faltar: visitas a “nuestras” taquerías favoritas.
Hoy
que lo recuerdo, creo que es la única cosa, a la que realmente le tomé cariño
el resto de mis amores han sido por personas y uno que otro canino.¿Saben cómo le decía el envidioso de Rafael?
"El Pederosísismo."
¿Se
acuerdan de su primer coche? Platíquenme.
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