La cita fue a las 7 de la noche, llegué puntualito y ya nos esperaban.
La
primera impresión es que llega uno a una casa clásica de San Miguel, con una
fachada de color azul. Al abrirse las puertas, entra uno en un pasillo al
pasado. La Casa es de fines del siglo XVI. Nunca había yo visto una casa con estas
características, las habitaciones dan a este pasillo principal, adornado por
muchas plantas y árboles que te dan una sensación de bienvenida.
La
Casa es una bellísima construcción.
La
visita fue para saber cómo disfrutar más el Tequila Joven que producen de forma
especial.
http://www.youtube.com/watch?v=8olF5MQYaPs
Me
enteré de la fabricación artesanal de sus botellas. Chequen este video: http://www.youtube.com/watch?v=bLDD07yvHSc
Cada
etiqueta está firmada por uno de sus Maestros Tequileros, aquí debo presumir
que Casa Dragones es dirigida por la primera Maestra Tequilero del mundo:
Bertha González Nieves. Esto es un verdadero reto dada la influencia masculina
en el negocio tequilero.
Pues
que empezamos a aprender a disfrutar más el Tequila.
Sandra
Vázquez, nos dedicó un buen rato en la explicación. El primer punto que tocó, fue la copa en la que debe servirse un tequila: la Riedel. Los puristas dirán que de be ser en “Caballito”, yo también creía lo mismo. La lógica (y muy lógica) de esta copa es el espacio que te deja para poder observar y distinguir los aromas. Un caballito tiene su boca angosta que limita esto.
A
la vista, El Tequila de Casa Dragones es un líquido totalmente transparente,
sin ningún residuo y con una consistencia que permite que el líquido se cuelgue
ligeramente de las paredes de la copa.
Increíblemente,
al sentir los aromas en la copa, se destacan tres aromas diferentes (tienen que
hacerlo para creerme) el primero es en la parte baja de la boca de la copa con
aromas a destilado de agave, el segundo con aromas más frutales en el centro de
la boca de la copa y finalmente un aroma a agave húmedo en la parte superior de
la boca de la copa. Esto depende de la posición de la copa con respecto a la
nariz. En cada prueba, Sandra nos invitó a percibir el aroma de nuestra propia
mano para neutralizar el aroma anterior.
Otra
vez ya creíste que ya lo probaste y no puede haber mejoría. Pues sí la hay. Nos
invitaron una sangrita hecha en casa, con sabor marcado de naranja y un camarón
en ella, nuevamente das el trago y consigues las sensaciones y sabores ya
descritos, luego viene el traguito de sangrita que disfrutas mucho. El
siguiente trago de casa Dragones, es el más espectacular, muy difícil describirlo,
pero el sabor es el mejor, la textura se marca aún más y la sensación en boca y
paladar te llena de placer.
Nos
platicaron de los posibles maridajes de este Tequila, todo, desde ostras hasta
chocolate oscuro. Solamente nos recomendaron no maridar con platillos muy
condimentados y se mencionó el Mole.
La
experiencia es para recordarla por mucho tiempo, la atención de Sandra es la de
una amiga platicando sin límites de algo que disfruta y te invita a
disfrutarlo, la Casa vale por si sola por su belleza y Casa Dragones nos hizo
sentir en casa.
No
me queda más que recomendarles probar este tequila de la manera que te lo sugieren.
Lo van a disfrutar como no han disfrutado ningún otro. Visiten su página para
enterarse más. http://casadragones.com/es/
Quiero
agradecer a Bertha por su invitación a una experiencia fuera de serie.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
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