martes, 21 de mayo de 2013

La Clase Abierta


Que nos lanzamos tempranito a ver la Clase Abierta de Mi Oso de Peluche. Todo estuvo como lo esperaba, los “maestros” pidiendo aplausos para ellos mismos, los niños como en clase con sus diferentes personalidades y los directores tratando de explicar qué fue lo que salió mal y porqué.

 

La de Ingles estuvo razonablemente bien, los niños participaron y su Miss los orientó y apoyó. Hubo variedad en las actividades y al parecer los niños y padres nos la pasamos bien.

 

Vino después la de Oral Expression. Mera pachanga, bailes, actividades y todos divertidos, incluida la maestra que presentó excelente actitud. Me gustó.

 

De ahí pasamos al salón de Computación, bien también. Prepararon un cuento con herramientas de tecnología y no noté a ninguno de los alumnos distraídos. Bien también.

 

Pasamos al salón de desarrollo de habilidades. Aquí debo felicitar al Profesor CuentaCuentos encargado de esta clase. Fue lo mejor que vimos, desarrollaron un par de juegos muy interesante que a mi parecer, realmente les desarrollan sus habilidades. Los niños lo disfrutaron y supongo que así sea su clase normalmente.

 

Regresando al auditorio, inicia la clase con otra “maestra”. Aquí si se hace un verdadero desastre. Lo primero que pide es buscar en el diccionario una palabra y pasaron muchos minutos. Cabe aclarar que están en segundo año de primaria. La maestra no tuvo nunca iniciativa de apoyo, tampoco les presentó alguna forma de trabajo en equipo, menos intervino con la mayoría y aun estando frente a varios padres de familia, se desencadenó un desorden bárbaro. El desorden incluyó a los padres, que ya estábamos aburridos de ver niños platicando con diccionarios enfrente de ellos. Esta “maestra” debiera dedicarse a otra cosa y no hacer perder el tiempo a los alumnos.

 

Esto es lo de menos, al final sale un personaje (otra miss), que trata de explicarnos el motivo del desorden, nos dice que así está planeado (¿Por qué las demás no fueron así?). Que si el enfoque son los niños, que es rete difícil organizar una clase frente a los padres, que se toman las mejores prácticas de todos los tipos de educación, y así muchas explicaciones para evitar que su “maestra” pase por inepta.

Esta persona nos aclara que ya tiene muchos años en la escuela y que por eso opina.

 

Cabe aclarar que acaba de regresar a colaborar nuevamente, después de muchos años de problemas bajo su dirección; que ahora existen otros problemas semejantes y debiera tener la decencia de renunciar. No es la persona adecuada para su puesto.

 

Escuché a varias mamás opinar: Si quieren hacer que el foco de las clases sean los niños, ¿por qué me llaman cada rato para decirme que el mío habla mucho?

Lástima, hay muy pocos maestros que valen la pena. Hay que hacer algo para erradicar este tipo de gente de nuestras escuelas.

 

Aprovecho para felicitar al Profesor CuentaCuentos, él si vale la pena.

 

¡Vive! ¡Disfruta! ¡Comparte!

 

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