Hoy vamos a platicar del chantaje femenino, del otro ya habla medio mundo.
Emiten
unas frases que lo dejan a uno sin argumentos y con el alma apachurrada. Las
dicen desde chiquitas hasta mayorcitas.
Por
lo menos a mí me han chantajeado con singular alegría desde que me acuerdo.
Yo
de apenas unos 4 añitos y con tres hermanos menores (¿yo que culpa que el tercero
hayan sido cuates?) y mi abnegada madre diciéndome: “Tu, que eres el grande, no me ayudas…”
La
verdad ni idea tenía de cómo darles la mamila a mis hermanos.
Más
grandecito en la escuela alguna compañerita con antojo de mi dona me dijo: “¿Me das? Es que no traje dinero…..”
Chin
media dona perdida.
Las
méndigas misses: “¿Por qué no estudias?
Tu mamá se va a poner muy triste.”
Uno
va creciendo, piensas que eres más dueño de tus actos y decisiones…pero llega
alguna compañera de clase de diseño y te dice: “¿Gil, me ayudas con el plano? A ti te salen padrísimos y yo no puedo.”
A
trabajar extra solo porque ella tiene bonita cara y está buenísima.
En
el trabajo también se dan casos, este lo vi: “No puedo escribir en la compu o se rompen mis uñas. ¿Me ayudas con la
cotización?” y mi compañero la redactó, la personalizó y la envió como si
fuera nuestra compañera, ni pizca de la comisión le tocó.
Desde
mi suegra: “¿Me invitas un Tequilita? Ya sabes que eres el Consen.”
Además
de chantajearme, me miente diciéndome el Consen cuando el mundo sabe que la
Consen es mi concuña.
Vienen
nuevos chantajes de mujeres más cercanas. “Papi,
si no voy al concierto de 1D me muero. ¿Me compras boletos?”
Ni
modo de dejarla morir.
Mi
Má, no ha cambiado su técnica, solo la especializó: “¡Estoy tan sola y enferma y no les importa, me van a llorar en el
féretro!”
Esto
después de una comida de 8 horas chacoteando con sus amigas las Muchochas.
Mi
Chiquita dice que nunca, pero cuando dice: “Oye,
tenemos tres Primeras Comuniones y necesito tres vestidos. ¿Verdad que te gusta
verme bonita?” Ya valió, aquí no hay respuesta correcta y mejor le ahorro
para los vestidos, no se le vaya a ocurrir que no tiene zapatos que combinen.
Además
hacen preguntas con doble intención, hay que pensar muy bien las respuestas
porqué vienen con chantaje escondido.
“¿Verdad que mi comida es
deliciosa?” Más vale decir que sí, aunque sean chayotes
crudos, de lo contrario podrás recibir una respuesta así: “Yo trabajando todo el día por ustedes y nadie me valora.”
“¿Cómo te cae esa?” Tu
respuesta es obvia o te va a ir mal, además de recibir buena dosis de chantaje.
Ya
es clásico el chiste:
Compadre
estoy pensando que mi vieja es ZETA.¿Por qué Compadre?
Solo me habla para chantajearme, amenazarme y pedirme dinero.
¿Será?
Déjate
chantajear y….
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario