Del
otro lado del pasillo aparece un mujerón, muy poco maquillaje, pantalón de
mezclilla ajustado (pero sin exagerar), camisa blanca (ni siquiera escotada),
melena oscura, empujando su carrito con casi la misma calma que su seguro
Conocedor. La melena se mueve, porqué viene tarareando alguna canción que yo no
oigo. Nos acercamos mutuamente, seguramente yo ya traía una cara de baboso que
no podía con ella y la baba iba a medio camino entre boca y pantalón.
¡SORPRESA
TOTAL! Ella me sonríe, yo quedo peor de atarugado, mi mente recorre mi
pasado….. ¿De dónde la conozco?..... Peor ¿De dónde me conoce?.... De la
prepa….. NO
De
las pachangas….. NODe la universidad….. NO
¿De quién es prima? NO
¡He visto su cara miles de veces y no me acuerdo de su nombre!
¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde?
Mientras
trato de pensar (con esa visión la verdad cuesta trabajo), nos acercamos más y
su sonrisa se acentúa…… ¡PÁNICO! Sí me conoce y no me acuerdo quién es… soy un
bruto….. Pero ¿Cómo se me puede olvidar semejante mujer? Si no hago algo, me
voy a dar una quemadota horrible con ella.
Mi
mente está cada vez más enredada, no tengo idea quien es y se acerca directo a
mi carrito. Como ya el pánico estaba a punto de convertirse en pavor, hago lo que cualquier supergalán seguro de sí mismo hubiera hecho…… Me di la vuelta en el primer pasillo que encontré y le aceleré cual Checo Perez.
Salí
huyendo del tiendón y hasta se me olvidó lo que iba a comprar, por poco desnuco
a Mi Cachorra con la vuelta que dimos en aquel pasillo.
De
regreso al hogar, sigo pensando ¿quién era?, ¿cómo es posible que no me
acuerde?.... En fin ya me salvé de poner cara de idiota y seguir la conversación
sin saber su nombre mientras me babeo yo solo.
Ya
en casa, le platico a Mi Chiquita del mujerón que me acaba de sonreír y por supuesto, no me cree nada, dice que
seguro me lo imaginé….. Tan concentrado estaba en averiguar quién era, que a lo
mejor tiene razón y lo imaginé.
Más
tarde, ya con el asunto olvidado, prendo la tele y veo a aquella visión, pero
con el pelo recogido, vestida mucho más sensual y con la misma sonrisa, pero
ahora dirigida a su audiencia.
¿Saben
quién me sonrió? Pues Susana Zabaleta….. Ella fue esa visión que el sonso de mí
no supo quién era.
Querida
Susana, te ves increíblemente bien de civil, pero uno no está acostumbrado a
verte así….. La visión de la tele, que es excelente, es la que recuerdo.
La
próxima que me veas, no seas mala onda y te esperas a sonreírme cuando no tenga
escapatoria.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
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