Suena
tan importante cuando estás en prepa, que parece que si no escoges la adecuada,
tu vida va a ser totalmente miserable y vivirás bajo un puente del Circuito
Interior.
Pues
déjenme les platico que yo quería ser Médico con especialidad en Neurocirugía o
Ingeniero Industrial. Cómo que debí ir a más pláticas de orientación
vocacional.
Como en
el CUAM logré un promediazo de 6.7 (yo no soy vanidoso), no había muchas
universidades que me pelearan. En ese entonces acababa de iniciar en la UP la
carrera de Ingeniería Industrial, como no tenían mucha demanda y pasé el examen
de admisión junto con Javier Breña, pues que nos incorporamos a dicha casa de
enseñanza. Además de que después de analizar la opción de Medicina (tenía que
estudiar como otros 27 años y ya no daba yo más) pues que decidido que la
Ingeniería sería el futuro.
Estaba
peor que el CUAM y la ULSA, no podías escoger horarios, rezábamos cada inicio
de clase, no te podías salir por una tortita y la verdad no me gustó (Qué
raro).
Me
lancé a la Campestre Churubusco para verificar que la Ibero (“La Verdad nos Hará
Libres”) no se hubiera quedado en ruinas después de aquel temblorsote.
Solo
quedó la Biblioteca, a la cual no entré nunca por miedo al temblor. Se me hace
que quedó medio “tocada”.Dentro de mi investigación, me entero que si venía de otra Universidad, ya no se necesitaba el promedio de 8 para entrar. Y que me inscribo al examen de admisión y que también lo paso. Solo tuve que tomar un curso propedéutico de Ingles (con todo y el MAS, van a creer). Cabe aclarar que yo mastico este idioma mucho mejor que el maestro que me tocó.
El chiste es que después de un semestre en la UP, donde jugamos mucho tochito, conocimos varios lugares en Mixcoac, donde saciar nuestra hambre y haber hecho buenos cuates, que me muevo a los Gallineros de la Ibero.
En la
Ibero, me encontré a muchos del MAS, de CSB, de la ULSA, del CUAM y hasta de la
UP. Ven, por “estudiar” en tantas escuelas, hice muchos amig@s.
Primero
les platico de los gallineros: Llovía y no escuchabas nada, con calor eran como
hornos, con frío como congeladores y sin una ventanita pa ver pa fuera. Pero me
gustaban.
Luego
la Cafetería. Un patio grandote con una lonota y un chorro de mesas, donde la
actividad principal era el dominó, (tradicional y el Chuti). De la comida no
hay mucho que comentar, pero afuera encontrabas desde quesadillas hasta
hotdogs, pasando por tortas, caldos y tacos variaditos. No pasé hambre nunca.Finalmente las clases. Yo ya venía medio acostumbrado a reprobar, pero era de los poquitos. En mi clase de Álgebra 1 éramos más de 50 y solo pasaron 3… ¡Por fin era de la mayoría!
¿A
alguno de ustedes los sacaron de clase en la universidad? ¿Por reírse? Bueno,
pues a mí me sacaron 2 veces, la primera por culpa del Chavo (ExCUAM) que
estaba dibujando pornografía en lugar de poner atención a la clase de Ciencia
de Materiales (ambos la repetimos) y la otra con Felipe (que era de una
generación mucho más nueva que la mía) y como nos reímos en la clase de Análisis
Numérico al escuchar “uno más uno es cero y llevamos uno”.. Por supuesto ni
idea teníamos de lo que se estaba hablando en ese momento y ¡vamos pa fuera!
Uno
recibe influencias de amigos mayorcitos: Santos, que ya tenía mucha experiencia
en Cálculo 4 (la llevó como 12 veces) me indicó que la carrera era de
resistencia, no de velocidad. Y que le hago caso.
Otra
ves much@s amig@s, más pachanga, ahora si algo de estudio y hartas anécdotas.
Aquí me
topé con el Dr. Dagoberto de la Serna, el mejor maestro que tuve. Me reprobó
(mi promedio era para pasar) porqué en el examen final (oral) me dio una
barrida espantosa y con una frase me convenció: “Es la única oportunidad que
tienes para aprender Ciencia de Materiales, inscríbete otra vez y considérate
aprobado, pero apréndela”. Un verdadero tipazo, como debieran ser todos los
maestros y sí aprendí Ciencia de Materiales.
Hubo
muchas noches de tareas, exámenes y trabajos compartidas con compañer@s en las
cuales no faltó música, botanas y alguna que otra salida por tacos. Varias materias
reprobadas (Calculo 2 solo 5 veces) pero acabé.
De aquí
se incorporaron a mis quereres bellísimas niñas como Amada (media Ibero moría
por ella), Rita, que nos la mentó por hacerla ir de minifalda a una
presentación en el salón con puro gandul (¡no saben que piernones!), Juan
Carlos, que ya venía huyendo de la UP y en su casa había mejores desayunos que
en cualquier restaurante, René, otro con quien hice mi tesis durante unos 2
años mientras ingeríamos alimentos y bebidas con los retrasos obvios. Claudia ,
mi compadre del CUAM también, me invitó mi único pachecazo, estudiaba Diseño
Gráfico y en uno de sus talleres (yo por metiche de ir a echar taco de ojo con
sus compañeras) que se ponen a preparar no sé qué menjurje, quesque para las
tintas de ya no me acuerdo… pero salí bien pacheco y todas ellas tan frescas…
lo que hace la costumbre.
Aquí
conocí a Salma Hayek, ya era bella, talentosa y muy trabajadora. ¿Se acordará
de mí?Me sentía en casa.
Después
de tanta escuela y tanto estudio, lo que más agradezco son l@s amig@s. Lo demás
ya es ganancia extra.
Si me
he ido por Medicina, seguro estaría a punto de recibirme.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
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