El jueves
cené unos Sesos a la Mantequilla Negra en el San Angel Inn acompañado de amigos
especiales.
Se me
ocurrió subir la foto de los sesos y no obtuvo muy buenos comentarios….mmmm.
Yo opino:
prueben, si no les gustó, no lo vuelvan a pedir y ya. Pero no desperdicien la
oportunidad de conocer nuevos sabores y texturas, que probablemente les generen
una variedad de placeres que nunca han sentido.
Nada más
México, nos ofrece una gran cantidad de platillos “exóticos” para muchos y “muy
comunes” para otros.
Hay gusanos
de maguey. Increíbles, bien fritos y en tortilla recién hecha, con salsa del
molcajete. También en sal y mezcal.
Hay
escamoles: Con una textura casi de queso suave y un sabor fuera de serie,
ligeramente parecido al tuétano (que es otro manjar), también en tacos o tostadas
pequeñas.
Hay chapulines: Que se incluyen en una gran cantidad de guisados preparados en Oaxaca y se consumen hasta como botana.
Hay muchas vísceras, desde la muy solicitada pancita, pasando por el hígado, la nana (matriz de una cerda), el buche, las tripas, todos ellos cocinados de muchas maneras. No me digan que nunca probaron un Menudo.
Allá en el
norte, cuando hacen barbacoa de cabeza de res, hay empujones por ganar los ojos
para taco (cada cabeza solo tiene 2). También pelean fuertemente por “el
cachete”, que es la carne más suave y con más sabor, que puede tener cualquier
res.
No sean
remilgosos, hagan de cuenta que su mamí está sentada junto a ustedes y si no
prueban, les va a dar un pellizco. Se van a sorprender.
¿Qué riesgo van
a correr? Si no les gustó, ni se lo
comen, pero si les gustó, ya añadieron otro platillo a su abanico de
posibilidades culinarias y antojosas.
Les platico
de mis Sesos a la Mantequilla Negra:
Su
consistencia es como de carne muy suave ligeramente cocida. (por cierto para la
preparación los sesos van cocidos al inicio)En esta presentación, los sesos viene partidos por la mitad, cubiertos de la mantequilla negra (que es mantequilla ligeramente quemada en el sartén, cocinada con vinagre, sal y pimienta) y alcaparras o aceitunas en trocitos.
Su Sabor: Este es más difícil de describir, pero tiene ligero y extremadamente agradable sabor a carne cocinada en mantequilla con una explosión de sabores muy agradables al paladar y se acompañan con tortillas recién hechas. Muy delicado.
Al tomar un bocado, la sensación de sabores en la boca es espectacular. Por su textura, se derriten al degustarlos y ya quieres el siguiente bocado. Cuando se termina tu plato, piensas que fue muy pequeña la ración.
No se los pueden
perder.
Finalmente,
se permite cualquier ¡guáchala!, pero hasta después de probar.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
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