Ya estaba bien bañadito, peinado, vestido
con traje oscuro, corbata gris Oxford, calcetín negro y zapato reluciente.
Hagan de cuenta el 007, pero un poco pasadito de peso y desarmado.
Mi Chiquita, estaba arreglada,
peinada, pintada, vestida de blanco (ya se la imaginaron en mi boda) y con una
sonrisota de oreja a oreja. Seguro pensando: “este ya no se me escapó”.
Afuera de la Iglesia, hace un calor
como de 75° centígrados (así lo siento yo porqué nunca uso traje y corbata) y el torturador
fotógrafo nos acomoda a pleno rayo del quemante sol y dice: “Así van a salir
bien alumbrados”
Inician las indicaciones del
profesional de la cámara:
-- Señorita, a la derecha, tu (o sea
yo) atrasito de ella. -- Que nos ponemos.-- Mejor uno junto al otro. -- Que nos ponemos.
-- Señorita, usted está perfecta (pensé que me la quería “bajar” el cínico); tu, mete la panza. --¿A dónde? Si atrás de la panza ya está lleno.
-- Mejor de lado, con el brazo doblado y que se vea la manga de la camisa. Yo pienso: ¿Me tendré que arremangar el saco?
-- A ver sonríe inclinando un poco la cabeza. Aquí si ya estoy a punto de recordarle a su progenitora…..
Imagínense, la panza metida (el
esfuerzo es brutal) enseña la manga de la camisa con el brazo doblado, (saco
arremangado) y sonríe con la cabeza inclinada…… Se pasó y por poco me da
tortícolis. La verdad con tortícolis, la noche de bodas no iba a estar padre.
Mientras tanto, el calor arrecia, por
el patio de la Iglesia, pasa un paletero de esos de carrito y yo con la lengua
reseca de tanto sonreír, que me lanzo a ver de ¿qué tiene?
No pude dar ni un paso cuando siento
el jalón en mi traje y escucho de Mi Chiquita: “¿A dónde vas?” (Esto lo ha
repetido como 765,984 veces desde que aquel día). Pues por una paleta, que
tengo sed y calor. Indignada me dice “Te vas a manchar el traje y la corbata,
como siempre. Además todavía faltan fotos.” Solo atino a pensar: ¿Más fotos? ¿Qué este fotógrafo las ira a vender a alguna revista del corazón?
Ni modo, sin paleta, muerto de sed y calor, a posar otra vez.
Las fotos salieron retebién, pero mi
sonrisa es 100% de pose, tenía más panza de la que sale en las fotos y no supe
si fue por el photoshop o por mi esfuerzo. Ahora sé que puedo aguantar la
respiración como buzo profesional, manteniendo la panza semioculta y sí salió
la manga de mi camisa.
No me dejaron comer paleta, tenía sudor en toda mi
cuerpecito y el de la cabeza no se nota porqué me lo secaba cada 30 segundos. Todavía
ni siquiera empezaba la Ceremonia.
Definitivo: No soy modelo.
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