Si les
interesa saber más chequen este link: http://vidayestilo.terra.com.mx/halloween-y-dia-de-muertos/pan-de-muerto-historia-de-azucar-y-sangre,83292de67f2ba310VgnVCM4000009bcceb0aRCRD.html
Nosotros,
léase un grupito de tragones y de esos varios aprendices de cocina, nos pusimos
de acuerdo para recibir profesional instrucción de Ange.
Ange hace
unos pasteles y postres que no puedes dejar de comer, a principios de este año
2012, amablemente me enseñó a hacer rosca de reyes (que por no hacerle caso me
quedó como pizza) y ahora nuevamente y armada de paciencia me enseñará a hacer
el Pan de Muerto.
Que nos
lanzamos su seguro Conocedor y Mi Chiquita, armados de harina, levadura,
azúcar, huevos, leche y el resto de los implementos para que fueran
transformados en delicioso biscocho.
Ya en las
instalaciones de Lourdes y Cacho, banqueteros por excelencia y que tienen una
cocinota, empezamos a recibir las instrucciones pertinentes:
Prepara la
levadura con leche y agua tibia o se nos muere….. ¿Está viva?Ya bien mezclada con cucharita, llévala al sol para que suba. ¿A dónde? Si aquí, nada más hay un piso.
Ahora, viene lo bueno: Pon harina, hazle un huequito, échale los huevos, la ralladura de naranja, el agua de azahar y azúcar. ¡A amasar!
Aquí Mi
Chiquita empieza a darle una golpiza a la masa, la azota contra la mesa, la
tuerce como plastilina, la vuelve a golpear contra la mesa, creo que hasta un
jab le dio. Se me hace que está inspirada en algún errorcillo cometido por mi y
está desquitando su furia, pobre masa.
Se oye la
instrucción de Ange: ¡Ya ponle la levadura!
Yo pienso: ¿Qué no se subió para arriba? Seguro ya está en la azotea.
Mi Chiquita
corre a recoger la levadura y se la embute a la masa reiniciando golpes,
torceduras y manotazos. Mientras tanto la plática toca temas muy femeninos, como la exfoliación, yo reservado como soy que me jalo a Cacho a ver si ya puso la puerca…. Total, ya casi acaban de ponerle su guamiza a la masa y el tema no nos afecta y si nos pone nerviosos.
La masa ya golpeada reposa en un “bowl”, (yo ya estaría en mi cama después del masajito que le dieron) hay que taparla con papel “film” y dejar pendiente todo hasta el día siguiente.
Pausa como
de 24 horas.
Llegamos
nuevamente a la cocinota, la masa engordó chorros (yo creía que los masajes
eran reductivos, pero este la infló) y la pobre masa empieza a recibir el mismo
trato del día anterior: golpes contra la mesa, manotazos y torceduras. Total la
masa quedó bien bonita (así dijo Ange, pero yo la veía todavía medio cruda).
Más
Instrucciones:
Engrasa la
charola (que le pedimos prestada a Cacho porqué no nos dijeron que se
necesitaba una).Forma una bola chiquita pero no tanto. ¿¿¿¿????
Los cuatro huesitos se forman con los dedos como haciendo martinillo. ¿¿¿¿????
Haz otra bolita más chiquita y ponla junto a la otra bolita no tan chiquita ¿¿¿¿????
Ponle cuatro huesos a la bola grande. Eso si entendí.
Y llévalas al sol para que suban. ¿Otra vez? Ya mejor no opongo resistencia.
Las bolitas y huesitos se volvieron a inflamar y empiezan a parecer pan de muerto.
Siguen las
instrucciones para el horneado:
Las bolitas
más chiquitas van sobre la bolita más grande en mero en medio.Ya armado hay que hornearlos a 180° centígrados durante una media hora o cuando estén doraditos, porque si te pasas queda seco. ¿¿¿¿????
Las charolas
al horno y yo en posición de observador, a 45° de inclinación y sin perder de
vista los panes. (No sea que se me pasen de “doraditos” y queden secos) A ver
si ponen el horno más arriba, luego duelen los riñones.
Después de
unos 20 minutos y ya doraditos, los sacamos del horno. Yo ya quería probarlos y
alargué mi mano hacia los panes; recibí fuerte manazo y regaño de Mi Chiquita:
¡Espérate, falta el azúcar!
Ya para
terminar y con los aromas del pan recién horneado torturándome, hay que untarle
mantequilla derretida y espolvorear el azúcar en el pan.
¿Ahora si?
¿Ya puedo morder uno?Todas gritan: ¡NOOOO!, se tiene que enfriar y es para la noche con chocolate caliente de ese de Oaxaca. Pero si apenas son las dos….. falta muuuucho.
Tortura hasta
la noche, pero valió la pena: Merienda de delicioso Pan de Muerto con chocolate
oaxaqueño calientito.
Solo me
queda agradecer a Ange por su paciencia y sabiduría repostera, a Cacho y a
Lourdes por prestarnos su cocina y regalarnos su cariño y a Mi Chiquita que fue
la que sudó y ganó en el pleito contra la masa.
¡Vive!
¡Disfruta! ¡Comparte!
Esta es la mas divertida, solo te falto hacer mención del que no estuvo "Willys" (Aunque no quiera)
ResponderEliminar