miércoles, 28 de noviembre de 2012

"Provechito"

Me choca la palabrita y su mensaje…. Además en esta temporada navideña, la escucho muchas veces.

¿Qué, no podríamos decir?:
¡Disfruta!
¡Come rico¡
¡Atáscate que hay lodo!
¡Empieza a zampar!
¡Órale, a comer!
O simplemente callar y empezar con la devorada……

Cuando me dicen “provechito”, me imagino que todos los manjares en la mesa se van a aprovechar y se alojarán en mi cuasidelgadamediogorda anatomía sin poder deshacerme de ellos nunca más.

Siento también que me dicen "provechito" como amenaza porqué no voy a volver a probar las viandas en cuestión y me están dando esa única oportunidad.

Me brincan a la mente, recuerdos infantiles en los que mi madre nos indicaba, que no había que probar nada, hasta que el anfitrión dijera “Buen Provecho” o el más coloquial “provechito” y tú ya estabas con la tripa crujiente y las manos lavadas, mientras el susodicho anfitrión platicaba con los grandes y nada que pronunciaba las palabras mágicas para empezar a comer.
Hay quienes bendicen la mesa…. Eso me parece correcto y te da tiempo de olfatear lo que hay y generar más hambrita, además no toma muchos minutos.

No hay que ser mulas con los invitados…… no los hagan esperar con su plato lleno frente a ellos, con todos los aromas, colores y texturas del comidón en la mesa excitando sus sentidos y seguro ya con hambre.
Permitan que se arranquen a cuchillazos, cucharazos y tenedorzasos o a mano limpia, contra las delicias en sus platos sin previo aviso. No permitirlo es muy dictatorial.

Yo propongo una nueva técnica para empezar a comer, una vez sentado, agarra lo que puedas y empieza a masticar, si no hay nada servido todavía, pues éntrale al pan, botana, quesito o lo que haya de acompañantes del banquete.  Si esperas instrucciones de inicio de actividades alimenticias, se puede enfriar o entibiar si el platillo se sirve frío.
Ustedes empiecen, a los anfitriones nos gusta que lo que ofrecemos sea devorado, sea disfrutado y sea compartido.

Porfis, si es que me invitan, no me tachen de maleducado por nos esperar ese cruel “provechito”.

¡Vive! ¡Disfruta! ¡Comparte!

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